sábado, 7 de noviembre de 2009

De lunáticos y anfibios

Los Lunes, los lunáticos
se suben a los áticos
y pasean con prismáticos.

Y es la Luna, Luna Lunera,
quien ocupa su vida entera.


De día los anfibios
permanecen dormidos,
ocultos, escondidos,

pero si ha llovido y oscurece
su número crece y crece y crece.


Se reúnen ciertas noches
y en contadas ocasiones
en los más húmedos rincones.

Los lunáticos mirando al cielo,
los anfibios a ras del suelo,
y yo, que estoy en medio,
los observo a todos ellos.

Una salamandra selenita
se detiene, saluda y grita:

¡Un minuto pasa de la una!

Y la Luna
es una uña.

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